Un hombre cualquiera tiene la
innata capacidad de toparse con seres extraordinarios y personajes
inconfundibles entre el prerrománico del Naranco y el faro de Hércules.
El sabor de la sidra sólo es
auténtico cuando se toma escanciado en pleno paraíso natural al acompasado son
de un gaitero. Sin embargo, el asturiano sigue siendo igual de auténtico allá
hasta donde las raíces le dejan llegar con devolución a medio plazo. Sin duda,
el caso más empático, con estas circunstancias, viene diseñado por el
arquitecto de utopías, en cuyo portafolios viajan folios del color de la nevada
cordillera junto al Enol y del salitre abandonado por la bajamar sobre la
escalerona. Y sobre ellos el arquitecto de utopías lo mismo le hace un renovado
boceto de la cuevona a la Santina que entrena marciales llaves sobre las
piedras de defensa de Don Pelayo.
Sus irónicos sarcasmos sobre la
realidad salpican sus conversaciones y charlas ávidas de temáticas y
experiencias, que no arreglan el mundo pero plantean soluciones a la
persistencia de las goteras y humedades. Y, en el luscofusco de enero, el
arquitecto de utopías observa el vaivén del tiempo con los pies enterrados en
la playa de Riazor, donde las aguas del Cantábrico se internacionalizan sin
pasaporte y con polizones hacia una nueva vida.
Y así un hombre cualquiera observa
los planos de las utopías de hoy desde los que se construirá el mañana de lo
inconfundible de los extraordinarios.
Descubre más inconfundibles extraordinarios de la mano de un hombre cualquiera:
El bienhumorado sureño: http://bloghombrecualquiera.blogspot.com.es/2012/11/lo-inconfundible-de-los-extraordinarios.html
El tertuliano de las antípodas: http://bloghombrecualquiera.blogspot.com.es/2012/10/lo-inconfundible-de-los-extraordinarios.html
El mafioso polaco: http://bloghombrecualquiera.blogspot.com.es/2012/09/lo-inconfundible-de-los-extraordinarios.html
Me encanta!!!! Almudena
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